El otro día bajé al taller de mi marido a buscar una herramienta y sobre su mostrador vi que tenía un motor de moto medio desguazar y algunas piezas mecánicas bastante curiosas, multitud de arandelas, labradas, lisas, doradas, plateadas, de hierro.... aquello de pronto se transformo en un pequeño paraíso para mis ojos y empecé a imaginar pequeñas piezas en arcilla montadas sobre algunas de esas arandelitas, así que me subí unas cuantas a mi taller, entre ellas unas viejas y oxidadas de hierro, y me puse manos a la obra, y después de unos cuantos intentos conseguí lograr el efecto del oxido sobre mi material, y una cosa llevó a otra y al final a un precioso collar, o al menos a mi me lo parece.
La argolla sobre la que va montada la pieza central del collar es una de esas arandelas, y otra peculiaridad es que el cierre lo he hecho con un nudo franciscano que permite variar el largo del collar en función de nuestro gusto o la ropa sobre la que lo vayamos a lucir.
En fin, no me enrollo más, que os vais a aburrir con tanta palabrería. Os dejo con las fotitos y ya me diréis.

3 comentarios:
una creatividad genial!!!!!!!!!!! ya se el truquito jajajjaja luego paso por el taller del mio !!!!!!!! saludos
jajajaja, uy Liddy, la verdad es que estoy harta de ver las piezas de mi marido, pero nunca las había mirado con ojitos golosos, y la verdad es que pueden tener una buena aplicación a nuestro trabajo, con la ventaja de que además de originales, son también más económicas que nuestras fornituras, jajajajaja
Vaya con Mari, entras en un taller y sale esta obra de arte, si entras en un taller de arte miedo me das!!!!
Original, diferente..y el resultado de escaparate. El descanso ha merecido la pena.
MariaM acabado en M
Publicar un comentario